además de ser el mayor peso que el hombre puede cargar
también es la desgracia del idealista.
firma: El Condicionado
Con esas palabras inicia el promocional de esta estrategia de facebook llamada Facebook Stories. Una chica brasileña de nombre Shalla Monteiro describe su encuentro con Raimundo Arruda Sobrinho, un indiGente que vivía en la calle hacía unos 35 años, pero a quien su constante ejercicio de la escritura lo mantenía a salvo en "La isla", una pequeña isleta rodeada de autos y viajantes que había bautizado así, con la carga metafórica que implica la decisión en si misma.
Higiene material
higiene mental
aquí, no sé cuál de las dos es más difícil de hacer.
Así se traduce otro de sus textos, que aveces parecen más un tratado de filosofía, pero que tiene - en verdad - una similitud intrigante a la génesis de la poesía en el imaginario de un Aristóteles que sintió la necesidad de diferenciar al poeta del escritor científico, por ejemplo; y luego, al poeta elegíaco del poeta épico.
La historia de El Condicionado, si bien se propone - equivocadamente, digo yo - como una historia de esperanza, porque es lo que en el uso de las redes sociales atrae más la atención, puede mejor entenderse como la poiésis, que tiene que ver más con el gesto creador en la palabra del cual es capaz sólo un ser humano (hasta el momento).
La construcción del personaje, del espacio, la recreación de la vida [lo que decimos cultura] y la expresión escrita, lo que demanda el gesto de regalar un poema a la chica que te mira y el mito creado en un universo que no domina, que ni siquiera conoce (facebook, internet, etc.), supera los intentos de nuestra aproximación a la poesía.
Con la frase "Desdichado del hombre que se abandona", el documento presenta a un Raimundo renovado, de barba afeitada y pelo recortado, cuyo único rastro de la miseria parece ser una escoleósis severa, pero que come, lee y sonríe bajo la protección de su hermano, quien relata emocionado un poco de su búsqueda y su necesidad de llenar el vacío que el hermano desaparecido dejó al marcharse.
A continuación, comparto el original de la historia que conocí - no podía dejar de decirlo - a través del facebook. Ustedes tomen lo que deseen.